miércoles, 19 de octubre de 2011

sábado, 17 de septiembre de 2011

Reflexiones sobre la práctica docente

Quisiera compartir algunas de las reflexiones que me han surgido a partir de mi experiencia de este año en la escuela,  y quizá a partir de darlas a conocer, empezar a conocer las de ustedes.


Reflexiones sobre la función docente

Desde nuestro lugar de docentes en formación, y desde la mínima experiencia de prácticas que nos ha tocado vivir este año, nos surgen diversos interrogantes. Teoría y práctica se enfrentan en muchos puntos y este enfrentamiento nos impone una reflexión crítica sobre el verdadero sentido de nuestra función como docentes. El diseño curricular nos prescribe determinados contenidos, que muchas veces a causa de la vorágine diaria y la realidad social que se nos impone se vuelven difíciles, sino imposibles, de abordar.
¿Qué es lo que buscamos generar en nuestros alumnos, con qué fin, cómo intervendremos desde nuestro lugar  para lograr eso que buscamos? Son preguntas que todo docente, o en nuestro caso, futuro docente, debiera realizarse.
Desde los comienzos de la  escolarización de masas, la sociedad ha evolucionado y esos cambios han modificado a su vez los propósitos de la educación escolar. Hoy en día la información está al alcance de todos. Vivimos rodeados de datos, imágenes, sonidos, y lo que se convierte en una tarea inevitable por parte de la escuela  es enseñar a buscar, analizar, seleccionar, comunicar etc.  esa información.
Desde las nuevas corrientes pedagógicas se plantea la necesidad de enseñar a estudiar, lo que sin duda se ve plasmado en el diseño curricular.  Se hace hincapié en la necesidad de la instrucción y de la guía de un otro, en este caso encarnado en la figura del docente, para lograr el desarrollo de las habilidades  del pensamiento crítico.
¿Pero acaso el desarrollo de dichas habilidades por parte de nuestros alumnos no es reflejo de cómo les presentamos los contenidos, de qué actividades les proponemos, de cómo reaccionamos ante sus dichos  e inquietudes? Una clase en donde el docente sitúe a los niños en el lugar de depositarios de ese supuesto saber que solo él posee, difícilmente se convierta en un “centro de recursos para el estudio"[i]. La concepción pedagógica que subyace en nuestras prácticas -la significación que le damos al acto de estudiar, al acto de leer, lo que entendemos por alfabetización, el lugar en donde colocamos al alumno-  determina lo que sucede en el aula,  lo que permitimos y propiciamos que en ella ocurra.
Por ejemplo, si limitamos, como tradicionalmente ocurre, el acto de estudiar al de resumir (entendido como reducción textual), convertimos una de las herramientas con las que contamos  para abordar un texto, en una actividad mecánica y sin sentido. Al respecto se afirma en Enseñar a estudiar: algunas propuestas: “Muchos textos escolares privilegian esta actividad reduciendo la idea de estudiar a la de resumir. Es importante tener en cuenta que muchas veces se necesita la ampliación de un texto para su comprensión y estudio. La necesidad de ampliación o reducción debe estar planteada en un contexto real de comunicación que le otorgue sentido”.[ii]
Es el decente el que determina, en función de sus decisiones pedagógicas, lo que sucede en el aula. No es lo mismo presentar una situación problemática que implica la necesidad de desarrollar una serie de acciones para abordarla (buscar información, registrarla, intercambiar con otros, comparar en distintas fuentes, formular hipótesis, realizar síntesis, etc.) y en cuyo transcurso los alumnos van descubriendo los distintos contenidos; que presentar los contenidos de manera ya acabada como algo incuestionable y cuya  reproducción memorística y mecánica  da cuenta de su incorporación. Hay una clara diferencia en concebir al alumno como objeto o sujeto de la educación[iii]. En relación a esto sostiene Paulo Freire “En cuanto acto de conocimiento y acto creador, el proceso de la alfabetización, tiene en el alfabetizado su sujeto. El hecho de que este necesite de la ayuda del educador, como ocurre en cualquier relación pedagógica, no significa que la ayuda del educador deba anular su creatividad y su responsabilidad en la creación de su lenguaje escrito y en la lectura de ese lenguaje”. (Freire, 1998).
En palabras de Eduardo Sartelli (2008) “el conocimiento es poder” y en una sociedad democrática todos debiéramos situarnos en una posición simétrica respecto del poder, es decir, que todos debiéramos tener las mismas oportunidades ante el conocimiento.
Teniendo en cuenta la afirmación de Carlos Cullen en Educación en y para la democracia: una apuesta a los medios: “Obsesivamente insisto en que no es lo mismo estar informados que conocer. Y que una sociedad del conocimiento, hacia donde debemos marchar, no es exactamente lo mismo que una sociedad de la información, donde sin duda ya estamos”. Podemos ver que lo que se impone a la escuela como responsabilidad ineludible, no es el suministrar informaciones sino el  brindar herramientas a los alumnos que les permitan estar en igualdad de condiciones ante el conocimiento, lo que a su vez posibilitará el ejercicio equitativo y responsable de la ciudadanía.
Las circunstancias en que nos toca ejercer nuestra futura tarea son ya conocidas por todos, en relación a ellas son muchos los desafíos que se le imponen hoy a la escuela y a los docentes, y se sabe que no será fácil. Pero como plantea Zea Leopoldo en La esencia del compromiso: “somos cautivos de las circunstancias que nos han tocado vivir pero tenemos la libertad de elegir que actitud asumimos ante ellas” Por mi parte adhiero a las Palabras de paulo Freire con las que quisiera cerrar este texto: “el educador debe ser, necesariamente un político. Debe contribuir a la transformación de una sociedad injusta en otra más justa, por eso es un político”.[iv]



[i] Direccion General de Cultura y Educación. Enseñar a estudiar: algunas propuestas.
[ii] Direccion General de Cultura y Educación. Enseñar a estudiar: algunas propuestas. Pag.13
[iii] Kaplum, M. Modelos de educación y  modelos de comunicación, en una Pedagogia de la comunicación. Madrid. De la torre. 1998.
[iv] Apertura de las jornadas de educación popular en el centro Cultural san Martin. Buenos Aires, 1985.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Cámara estenospeica

En este link encontrarán una explicación muy sencilla de cual es el proceso para tomar una fotografía estenospeica. Una experiencia maravillosa para llevar al aula.
http://youtu.be/4aEcn8zCtm4

sábado, 20 de agosto de 2011

Power Point: Los Wichis y la educación


Los recursos audiovisuales pueden convertirse en una herramienta muy útil para trabajar en el aula. Si sabemos usarlas y sacarles provecho, claro.  A perder el miedo y animarse! Acá les dejo nuestro primer Power Point, el primero de muchos (espero):

Los Wichis y la educación

jueves, 18 de agosto de 2011

Una secuencia muy completa en base a un libro de Mario Lodi.

http://www.alfaguarainfantilyjuvenil.com/upload/ficheros/311.pdfhttp://www.alfaguarainfantilyjuvenil.com/upload/ficheros/311.pdf

Porque el material de lectura que elegimos para trabajar con nuestros alumnos también determina nuestro posicionamiento político, y porque no todos los cuentos que les leamos tienen que tener un final feliz y tener como personajes duendes y princesas, acá les dejo este hermoso cuento de Elsa Bornemann (prohibido durante la última dictadura militar por casi obvias razones). Que lo disfruten:

Un Elefante Ocupa Mucho Espacio
Descripción: 142fc496eac1104b24ae30fdcb1cffa1.12763747195-por Elsa Bornemann-




Que un elefante ocupa mucho espacio lo sabemos todos. Pero que Víctor, un elefante de circo, se decidió una vez a pensar "en elefante", esto es, a tener una idea tan enorme como su cuerpo... ah... eso algunos no lo saben, y por eso se los cuento:
Verano. Los domadores dormían en sus carromatos, alineados a un costado de la gran carpa. Los animales velaban desconcertados. No era para menos: cinco minutos antes el loro había volado de jaula en jaula comunicándoles la inquietante noticia. El elefante había declarado huelga general y proponía que ninguno actuara en la función del día siguiente.
-¿Te has vuelto loco, Víctor?- le preguntó el león, asomando el hocico por entre los barrotes de su jaula. -¿Cómo te atreves a ordenar algo semejante sin haberme consultado? ¡El rey de los animales soy yo!
La risita del elefante se desparramó como papel picado en la oscuridad de la noche:
-Ja. El rey de los animales es el hombre, compañero. Y sobre todo aquí, tan lejos de nuestras selvas...
- ¿De qué te quejas, Víctor? -interrumpió un osito, gritando desde su encierro. ¿No son acaso los hombres los que nos dan techo y comida?
- Tú has nacido bajo la lona del circo... -le contestó Víctor dulcemente. La esposa del criador te crió con mamadera... Solamente conoces el país de los hombres y no puedes entender, aún, la alegría de la libertad...
- ¿Se puede saber para qué hacemos huelga? -gruñó la foca, coleteando nerviosa de aquí para allá.
- ¡Al fin una buena pregunta! -exclamó Víctor, entusiasmado, y ahí nomás les explicó a sus compañeros que ellos eran presos... que trabajaban para que el dueño del circo se llenara los bolsillos de dinero... que eran obligados a ejecutar ridículas pruebas para divertir a la gente... que se los forzaba a imitar a los hombres... que no debían soportar más humillaciones y que patatín y que patatán. (Y que patatín fue el consejo de hacer entender a los hombres que los animales querían volver a ser libres... Y que patatán fue la orden de huelga general...)
- Bah... Pamplinas... -se burló el león-. ¿Cómo piensas comunicarte con los hombres? ¿Acaso alguno de nosotros habla su idioma?
- Sí -aseguró Víctor. El loro será nuestro intérprete -y enroscando la trompa en los barrotes de su jaula, los dobló sin dificultad y salió afuera. En seguida, abrió una tras otra las jaulas de sus compañeros.
Al rato, todos retozaban en los carromatos. ¡hasta el león!
Los primeros rayos de sol picaban como abejas zumbadoras sobre las pieles de los animales cuando el dueño del circo se desperezó ante la ventana de su casa rodante. El calor parecía cortar el aire en infinidad de líneas anaranjadas... (los animales nunca supieron si fue por eso que el dueño del circo pidió socorro y después se desmayó, apenas pisó el césped...)
De inmediato, los domadores aparecieron en su auxilio:
- Los animales están sueltos!- gritaron acoro, antes de correr en busca de sus látigos.
- ¡Pues ahora los usarán para espantarnos las moscas!- les comunicó el loro no bien los domadores los rodearon, dispuestos a encerrarlos nuevamente.
- ¡Ya no vamos a trabajar en el circo! ¡Huelga general, decretada por nuestro delegado, el elefante!
- ¿Qué disparate es este? ¡A las jaulas! -y los látigos silbadores ondularon amenazadoramente.
- ¡Ustedes a las jaulas! -gruñeron los orangutanes. Y allí mismo se lanzaron sobre ellos y los encerraron. Pataleando furioso, el dueño del circo fue el que más resistencia opuso. Por fin, también él miraba correr el tiempo detrás de los barrotes.
La gente que esa tarde se aglomeró delante de las boleterías, las encontró cerradas por grandes carteles que anunciaban: CIRCO TOMADO POR LOS TRABAJADORES. HUELGA GENERAL DE ANIMALES.
Entretanto, Víctor y sus compañeros trataban de adiestrar a los hombres:
- ¡Caminen en cuatro patas y luego salten a través de estos aros de fuego! ¡Mantengan el equilibrio apoyados sobre sus cabezas!
- ¡No usen las manos para comer! ¡Rebuznen! ¡Maúllen! ¡Ladren! ¡Rujan!

- ¡BASTA, POR FAVOR, BASTA! - gimió el dueño del circo al concluir su vuelta número doscientos alrededor de la carpa, caminando sobre las manos-. ¡Nos damos por vencidos! ¿Qué quieren?
El loro carraspeó, tosió, tomó unos sorbitos de agua y pronunció entonces el discurso que le había enseñado el elefante:
- ... Con que esto no, y eso tampoco, y aquello nunca más, y no es justo, y que patatín y que patatán... porque... o nos envían de regreso a nuestras selvas... o inauguramos el primer circo de hombres animalizados, para diversión de todos los gatos y perros del vecindario. He dicho.
Las cámaras de televisión transmitieron un espectáculo insólito aquel fin de semana: en el aeropuerto, cada uno portando su correspondiente pasaje en los dientes (o sujeto en el pico en el caso del loro), todos los animales se ubicaron en orden frente a la puerta de embarque con destino al África.
Claro que el dueño del circo tuvo que contratar dos aviones: En uno viajaron los tigres, el león, los orangutanes, la foca, el osito y el loro. El otro fue totalmente utilizado por Víctor... porque todos sabemos que un elefante ocupa mucho, mucho espacio...

miércoles, 17 de agosto de 2011